LA VIDA ES PARA LAS FUERTES...
Amiga mía: Cuando decimos "fuertes", no nos estamos refiriendo a la fortaleza física, sino a aquella fuerza interna, que sale al exterior, cuando la mujer habla, mira , se ríe, actúa o sencillamente, cuando desarrolla todas su funciones propias, con el ánimo que brota de un "espíritu joven".
La juventud, amiga, puede estar en el interior de una mujer madura o puede haber salido para siempre, del alma de una jovencita que se ha acobardado ante los primeros golpes o amenazas de la vida.
Recuerda que la vida NO ES para las débiles. Desde que eras niña, habrás aprendido que cuando se rompía tu muñeca o te caías de una hamaca donde te mecías todos los días, tenías que seguir viviendo y la mayor parte de las veces, tuviste - que esconder tus sentimientos, porque lejos de consuelo, lo que encontrabas en tus mayores era un fuerte regaño, por no haber sido cuidadosa. Así, llegaste a la adolescencia, donde a menudo te viste frente a ciertas crisis, que te parecían "problemas" que esperaban de tí la solución.
En la edad madura, amiga mía, los problemas que debes afrontar son un poco más serios. Voy a citarte aquél que se presenta, cuando notas que tu rodilla no se mueve bien, comienza a doblarse con dificultad, por la rigidez que comienza. Además al peinarte, observas que las canas hacen su presencia, sin que tú las hayas invitado a visitarte.
Recuerda que los momentos citados en el párrafo anterior, debes llenarte de valor, optimismo, decisión y sentido del humor, para colmar tu mente de pensamientos inteligentes, que borren aquéllos tontos, que te hagan sentir "vieja" para dar paso a los que te hagan comprender, que la "madurez de la vida" debe llegar pletórica de ventajas valores, sabiduria, experiencia, derechos ganados, respeto de los demás, etc, etc, etc.
Si la vida te golpea, no te enfrentes a ella. Dejate llevar. Ruega con los golpes. De esa manera, no te golpearás. Ahí esta el secreto. Las situaciones cambian, las relaciones humanas cambian también, porque se modifican, los hábitos se alteran, los estilos son diferentes, los objetivos que se persiguen son nuevos con frecuencia...Si no nos adaptamos, si no somos flexibles, todo lo anterior se convierte en una paliza de golpes.
Dicen los psicólogos, que la "debilidad" que ataca a las mujeres que envejecen, se debe a la misma frustración, que la estuvo aocmpañando durante toda su vida, desde la juventud, cuando no encontraba estímulo alguno que la hiciera "sentirse plenamente feliz".
No olvides amiga mía, que la mujer fuerte, jamás pierde su encanto y con un espíritu jovial, jamás se verá sola.
Extraído del Diario La Tribuna, sin fecha y autor, si alguien conoce los datos déjelos en comentarios. ;)
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